jueves, 25 de octubre de 2018

Respuesta al Diputado Nacional Martín Lousteau

#SinPresupuestoNoHayDerechos
LA VIGA EN EL OJO PROPIO
“No se puede tapar la realidad con globos” Martín Lousteau, 2015
Escuchaba las espantosas expresiones de Martín Lousteau en el debate sobre el presupuesto para 2019. El diputado que hace apenas tres años protagonizaba una campaña en moto desafiando el modelo de ciudad que proponía el PRO,  lidera un espacio que se abstuvo de votar en la primera lectura que aprobó un Código de Edificación en detrimento de las personas con discapacidad y favoreciendo al lobby de la inversión inmobiliaria. Le interesaba el modelo de Ciudad? No. Nadie que esté involucrado con la idea de una ciudad con equidad habitacional se abstiene frente a un proyecto donde se está habilitando la construcción de viviendas del tamaño de una cochera -que no responden a las reales necesidades habitacionales de la ciudad- y donde se levantan barreras que obstaculizan la vida de las personas con discapacidad  y ponen en riesgo a niñas, niños y adolescentes con discapacidad en las aulas de un tercer piso de escuela, en caso de incendio.
Lousteau  ha tenido en las últimas horas expresiones desafortunadas sobre las personas con discapacidad cuando cuestiona las pensiones por invalidez con argumentos del manual de mercadotecnia de la barbarización (Duranbarbarización) de la política.
En REDI se lleva un caso por la ilegal quita de pensiones no contributivas a las personas con discapacidad. La abogada que lo lleva soy yo. Sola, sin el equipo de asesores que le pagamos todos a él  y sin una “dieta”  como la que percibe un diputado que se permite –con ignominia o con intención- usar un megáfono en el “prime time de la democracia”  para barnizar de putrefacción al colectivo más vulnerable. Yo escucho a las personas que todavía están esperando su pensión, porque el trámite no sale, a las que han perdido su pensión, las escucho por teléfono, leo sus e mails que llegan desde distintos lugares del país. Él no las conoce, no necesita su voto para sus aspiraciones a Jefe de Gobierno, ni lo necesitó para cumplir su mandato en USA, como emisario del modelo gobernante.  Y por eso sus expresiones me provocan impotencia e indignación. ME PROVOCAN, así a secas. Porque yo que escucho a esas personas –al igual que mi compañera Ana Dones – no tengo la misma llegada a la gente para contar todo ese sufrimiento que se ahoga en las paredes de las casas  de aquellas personas con discapacidad que tienen casa.  Me inquieta no saber qué pasa con quienes ni siquiera tienen techo. Ni teléfono. Además de desconocer la realidad social de la discapacidad (que desborda sus números fríos y faltos de criterio de pertinencia comparativa) ha caído en la miserable actitud de parecer –o ser?-  vocero de la campaña lanzada hace ya un tiempo para reforzar el prejuicio social que ata la discapacidad a la vagancia, el aprovechamiento y la haraganería. Su obligación, como integrante de un poder del estado es abstenerse de prácticas discriminatorias,  removerlas y trabajar en la toma de conciencia. No lo digo yo porque esté furiosa. Surge de la Convención que firmó Argentina en Naciones Unidas, que él como ex embajador debería conocer, pues son normas de Derecho Internacional Público.
Saliendo de eso,  pero quedándome en lo que él fue a hacer ayer, insisto en que su nublada visión se debe a que tiene una viga en el  ojo propio. Su discurso no se detuvo en cómo confeccionar un presupuesto nacional recortando los gastos de sus pares, o viendo qué pasaba con el pago de impuesto a las ganancias por parte de los jueces ni mucho menos en utilizar las competencias constitucionalmente atribuidas al Congreso para hacer concreta la equidad tributaria (haciendo pagar a quienes sí se han favorecido con esta política económica). Lo grave es que Lousteau, en su connivencia con el PRO no se da cuenta que él no es el Poder Ejecutivo. Si hay irregularidades en las pensiones otorgadas,  debe reclamárselo al presidente, cuando hablan por el teléfono rojo. Y una vez probada la irregularidad, la quita tendrá lugar. Eso pudo haberse hecho con la rigurosidad que él reclama en los casi tres años de gobierno de la gestión que él acompaña. Pero como él integra el  Poder Legislativo su función ayer era otra relacionada con la configuración del presupuesto legislando “medidas de acción positiva”  orientadas a  la igualdad real de oportunidades y de trato. Desliz freudiano.
No voy a entrar en la necedad de negar la existencia de pensiones irregularmente otorgadas. No son los casos que yo defiendo. El colectivo que asisto es el de personas con discapacidad certificada con instrumento público.  Pero esa rigurosidad que él pide para el control, es la misma que no pidió para que en un abrir y cerrar de ojos se fueran divisas en sus narices mientras Luis Caputo presidía el Banco Central, o para que el estado perdonara la deuda del correo o decidiera “compensar” a las empresas del gas que pierden con la estampida del dólar.
Lousteau prejuzgó, sin siquiera conocer la cantidad de personas con discapacidad que hay en Argentina (no tenemos censo actualizado). No acató lo que le dice la justicia al Estado en un fallo que tiene un mes de vida: ese control tiene que hacerlo conforme a Derecho. Dicho de manera fácil: cuando hay dinero falso, no se retira todo el circulante y se vuelve al trueque. Se investiga y se aplican las normas penales a los delincuentes que han falsificado. Nadie lleva ese tema de la falsificación de dinero a  un debate que es seguido de cerca y con expectación por la ciudadanía. Así debe ser con las pensiones irregularmente otorgadas: investigación y quita en el ámbito administrativo, con debido proceso y control judicial. Sin necesidad de salir a estigmatizar la discapacidad.
No le pido compasión al pastor que arría a las ovejas al despeñadero, le pido a las personas con discapacidad o sus familiares que viven en esta Ciudad que le hagan llegar expresiones de repudio, que le exijan una disculpa y que no lo voten nunca más. Para hacer una república igualitaria no sirven representantes que sólo  ven la paja en el ojo ajeno

 https://www.lanacion.com.ar/1803954-martin-lousteau-no-se-puede-tapar-la-realidad-con-globos

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